domingo, 18 de enero de 2015

Siete consejos para empezar a correr por el campo

Fell Running, Mountain Running, Trail Running... Todas esas etiquetas tienen algo en común: correr por en medio de la naturaleza. Algo que nos permite disfrutar doblemente para los que por un lado nos gusta echarnos unas carreritas. Y por otro somos más felices en medio del campo que entre los coches de una ciudad.

Hay gente que lleva ya tiempo corriendo por las calles, montañeros con ganas de ponerse a trotar o amantes de los paisajes naturales que se han planteado alguna vez empezar a practicar esto de correr por el campo. Y digo por el campo, en general, porque no siempre tenemos una montaña a mano para deslizarnos por sus cuestas.

Para empezar a probarlo tan sólo hace falta tener en cuenta estos consejos:

1- Ir lento

El objetivo de correr por caminos en medio del campo no es la velocidad. De lo que se trata es de aguantar, y disfrutar en cada salida. Si venimos de correr por asfalto tenemos que ser conscientes de que no vamos a ir tan rápido como solemos.

2- Avanzar poco a poco

Aunque se trata de aguantar, conviene tomárselo con calma. Para terminar corriendo durante cuatro o cinco horas debemos empezar por salidas cortas. Y para ir progresando es muy importante saber escuchar a nuestro cuerpo. Por eso los planes específicos de entrenamiento son mucho más personales. En el fondo dependen tanto de cada uno como de las características de los recorridos o, incluso, del tiempo que haga.

3- No hace falta material específico

Leyendo algunas revistas o blogs especializados en carreras de montaña, puede parecer que antes de poner un pie en un sendero tenemos que tener unas zapatillas específicas para cada tipo de terreno (barro, rocas, hierba...), un chaleco con geles y botellas de hidratación, unas mallas resistentes, unas medias de compresión, un GPS, un botiquín, unas gafas solares de alta protección... Por suerte la realidad es mucho más sencilla. Con unas zapatillas sencillas y ropa normal y corriente podemos empezar a correr por el monte. Después ya habrá tiempo para ir ajustando el vestuario a los gustos de cada cual.

4- Mirar el cielo

Y no sólo para disfrutar del paisaje. Es fundamental tener en cuenta las condiciones atmosféricas, sobre todo si vamos a correr por montañas. Aunque en el fondo del valle haga buen tiempo, en las cumbres el viento y los cambios de temperatura son muy habituales.

5- Ser prudente

Desde un punto de vista logístico, la mayor diferencia de correr por el campo a correr por asfalto es que podemos tener un problema y encontrarnos aislados en medio de la nada. Por eso la prudencia y el sentido común van a ser siempre nuestros mejores consejeros. Avisar del recorrido, correr en compañía, llevar un mapa, vestir ropa adecuada para el tiempo que haga, tener a mano una barrita energética, informarnos sobre las fuentes que nos vamos a encontrar... Según vayamos corriendo más horas y nos vayamos alejando del mundanal ruido tendremos que tener en cuenta todas estas cosas. Aunque al principio podemos relajarnos, empezando por caminos fáciles y transitados.

6- Tener cuidado con las subidas

En el campo las cuestas suelen ser más duras y largas que en territorios civilizados. Por eso conviene aflojar en las subidas. El truco es reducir la velocidad y no el ritmo. Aunque sea a costa de avanzar dando pasitos cortos. Y si la cosa se pone realmente empinada no pasa nada por avanzar andando.

7- Tener mucho más cuidado con las bajadas

Hasta que les hayamos cogido el tranquillo, las bajadas nos pueden dar más de un susto. Con el tiempo los músculos de nuestras piernas se fortalecerán, e iremos aprendiendo la técnica que mejor nos conviene. Pero lo mejor al principio es ir despacito.

En resumen, si queremos probar a correr por el campo lo mejor es tomárselo con tranquilidad y sentido común. Y abrir bien los ojos para disfrutar de verdad del entorno que hayamos elegido.

No hay comentarios :

Publicar un comentario